La Sacra Capilla del Salvador del mundo
La Sacra Capilla del Salvador del mundo
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En Úbeda, ciudad que es Patrimonio Cultural de la Humanidad junto a Baeza debido a la cantidad y la buena conservación de su patrimonio renacentista, encontramos la que fue la empresa más ambiciosa de toda la arquitectura religiosa del Renacimiento español: la Sacra Capilla del Salvador del Mundo.

Presidiendo la Plaza Vázquez de Molina, esta capilla, inicialmente un panteón funerario cuya construcción duró más de 20 años (desde 1536 hasta 1559), fue un encargo del secretario de Carlos V, Francisco de Cobos, como parte de un proyecto urbano del secretario que incluía también un Palacio y un Hospital.

Estructura de la Capilla del Salvador

El proyecto fue diseñado por Diego de Siloé y construido por Andrés de Vandelvira y Alonso Ruiz. Por su parte, el escultor francés Esteban Jamete es el responsable de la mayor parte de obras esculpidas del templo. Para este proyecto Siloé tomó referencias del renacimiento italiano y de otros edificios españoles, como la Catedral de Granada.

La capilla mide unos 22 metros de largo, 11 de ancho y 28 de altura y cuenta con una sola torre rematada en forma de cebolla y de estilo centroeuropeo. Como era común en la época, el edificio cuenta con un gran simbolismo funerario que conduce a la cripta ubicada en una simbólica rotonda circular que representa la Unidad y Justicia de Dios.

Una característica fascinante de la decoración arquitectónica en El Salvador, que influye en toda la región y es típica de la escuela vandelviresca, es el uso de figuras humanas como parte de la estructura. Encontrarás cariátides (figuras femeninas), atlantes o telamones (figuras masculinas) y hermas (figuras desmembradas), entre otros. Estos motivos fueron introducidos por Esteban Jamete, el talentoso arquitecto de Orleáns, cuyas ideas estaban en tendencia en la arquitectura francesa de la época.

La fachada muestra un retablo presidido por la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor, con referencias mitológicas como la lucha de centauros y sirenas o el Panteón Olímpico en el arco de la puerta principal. Su portada está presidida, por supuesto, por el escudo de Francisco de los Cobos y María de Mendoza, y a los lados muestra relieves del mito de Hércules y Gerión.

El interior de la Capilla

Dentro de la capilla encontramos el Altar Mayor, que rima con la fachada con otra representación de la Transfiguración de Cristo. El altar original fue quemado durante la Guerra Civil y tuvo que ser restaurado años más tarde, conservando de la construcción primigenia solo el Cristo central.

En el templo se pudieron apreciar numerosas reliquias, pinturas y esculturas. Las más renombradas son la Piedad de Úbeda, un cáliz de oro de Carlos V, un calvario de Pieter Coecke y un crucifijo de marfil del siglo XVI. Algunas de ellas ya no se encuentran aquí, pues debido a su valor han sido trasladadas temporalmente al Museo del Prado o a la Casa de Pilatos de Sevilla. Hasta la Guerra Civil estuvo también aquí la famosa estatua de San Juanito, esculpida por el mismísimo Miguel Ángel, que hoy en día se encuentra en Florencia.

La sacristía, obra también de Estaban Jamete, cuenta con una puerta monumental que representa la Puerta del Edén, con esculturas que simbolizan diferentes vicios y virtudes.

El órgano, incorporado en el siglo XVIII, también sufrió las consecuencias de la Guerra Civil, pero actualmente está restaurado y funciona con el característico sonido dieciochesco, siendo uno de los atractivos principales del interior de la capilla.

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